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Nuestro séptimo día en la academia ha sido emocionante,
primero hemos levantado la bandera por última vez, hemos confeccionado nuestro
birretes de graduados. Más tarde hemos podido disfrutar de nuestra piscina y de
una estupenda “fidegua”.
Ya después de comer hemos recogido todo, haciendo batida por
las instalaciones para dejarlas mejor que nos las encontráramos.
Hemos podido celebrar la eucaristía con nuestro párroco D.
José Luis, al que hemos entregado un crismón confeccionado por nosotros en el
campamento y también hemos compartido la celebración con la el grupo de jóvenes
de AVIME que están preparándose para ser militares.
Puntualmente el autobús nos ha recogido para llegar a casa
como miembros graduados de la Academia Shield – Anawin.
Quien sabe que misiones nos esperan el año que viene…
esperamos vivirlas con la misma alegría con la que hemos terminado este
campamento.
P.D.: El listado de heridos de la academia ha sido leve, 1
esguince, 2 ojos morados, 1 punto y algunos que otros arañazos y rozaduras,
damos gracias a Dios por ello.
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